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"Crítica a la clase de filosofía."


Un buen día de septiembre, comenzó una etapa nueva de mi vida, el bachillerato. Todo para mí era nuevo ya que iba a un instituto desconocido. Cuando nos dictaron la lista de las asignaturas que tendríamos, la profesora nos anuncio que daríamos filosofía, mi cara fue de horror. Nunca había tenido esa clase antes y todos los comentarios que escuchaba no eran realmente buenos, por lo tanto tenía a esa asignatura como la peor de todas.
Cuando llegó el día de conocer al profesor de filosofía, todos estábamos impacientes por saber quién era y de repente entró un hombre con traje y maletín. Su cara de alguna forma te decía que las bromas no le gustaban y que  sus clases iban a ser de lo más aburrido del mundo. Comenzó advirtiéndonos una serie de cosas, como puede ser que si en el cuadrado de la muerte había más de tres palitos la cosa se iba a poner fea. Más tarde nos dijo la manera que tenía de calificar y unas cuantas cosas más de las que ya no me acuerdo.
Al día siguiente empezábamos nuestra primera clase con él, clase la cual todos pensábamos que iba a ser de lo más aburrido del curso, pero acabó siendo todo lo contrario. La clase se componía de varias cosas, entre ellas risas, bromas, aprendizaje y mil preguntas que hacíamos.
Durante todo el curso dichas clases se han ido repitiendo, tal vez unas hayan sido mejores que otras, pero todas constaban de los mismos componentes que he mencionado anteriormente.
Y ahora que llega el final del curso me planteo la pregunta “¿Qué hubiera ocurrido si en vez de dar clase de filosofía con nuestro superhéroe  Enrique Mesa, hubiéramos dado clase con otro profesor?” Pues la respuesta es bastante sencilla, no hubiera entendido nada de filosofía. Y es que creo que la manera que tiene de dar clase mi profesor, es una manera distinta a la de otros profesores. Ya que te explica primero las cosas de manera que no entiendes absolutamente nada, pero después te pone mil ejemplos, de manera que muy rápidamente te das cuenta de que significan, aquellas palabras tan raras que te dijo en un primer momento.
Otra de las cosas que me parecen muy buenas de sus clases es que da igual que tengas quinientas dudas que las va a contestar a todas y si hace falta va a explicar cada una de ellas las veces que sean necesarias.
Para finalizar solo decir que creo que profesores y clases como estas no hay muchas y la verdad que ojalá las hubiera, porque es una de las poquitas clases a las que me ha gustado ir en este curso, ya que de alguna forma sabía que siempre iban a ser divertidas, aunque los temas que diéramos pudiesen ser un poco aburridos.

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